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viernes, 9 de marzo de 2012

Estreno

Intocable

Mientras otra compatriota ha recorrido alfombras rojas por medio mundo recogiendo premios a diestro y siniestro en un emotivo homenaje al cine mudo, otro filme de la hornada francesa, con menor (y peor) escaparate publicitario, ha llevado a hordas de espectadores a las salas por otros ingredientes. No ha traspasado fronteras más allá de Europa (ni falta que le hace). No es muda, aunque entre los personajes baste una mirada para decirse todo. Tampoco es en blanco y negro, aunque exista esta dualidad, desde el trasfondo dramático, a la piel de los protagonistas o a los dos universos a los que pertenecen. Intocable es una de las películas imprescindibles de este año.





Las cifras la avalan: 19 millones de espectadores, una recaudación que asciende a los 115 millones de euros en Francia y 9 nominaciones a los premios César, con reciente premio al Mejor Actor para Omar Sy. Esta comedia dramática sobre la amistad y el canto a la vida destila autenticidad y frescura. Los responsables de la obra: Eric Toledano y Olivier Nakache, que encontraron inspiración en una historia real (documental A la vie, à la mort) y en el filme se personifican en un burgués tetrapléjico, Philippe (François Cluzet), que decide contratar como cuidador personal a Driss (Omar Sy), un inmigrante de una barriada marginal, recién salido de la cárcel.

Lejos de aleccionar sobre los prejuicios, el encanto de Intocable reside en la naturalidad con la que estos dos mundos enfrentados conviven bajo un mismo techo acentuando la diferenciación de clase y procedencia de su pareja protagonista y cómo ésta logra encontrar un punto de unión derribando muros. En parte, este envite empático funciona porque Toledano y Nakache saben manejar los resortes de los clichés y los estereotipos de una forma sutil provocando reacciones sinceras en el espectador en un equilibrado juego de comicidad y dramatismo.


Sin duda, el sólido relato de Intocable está construido sobre la pareja protagonista y en este sentido el trabajo de ambos actores es soberbio. Por un lado destaca François Cluzet que, aún encerrado en un cuerpo inerte y débil, sale fortalecido de esta falla a través de una gran expresividad facial y emocional. Por otro, el carismático personaje de Omar Sy que, pese a una rotunda presencia escénica, sufre un proceso inverso en el que afloran debilidades y miedos. Los dos logran eliminar capas de hipocresía e incomprensión para quedarse en lo esencial, en esos lazos imperceptibles que nos unen al mundo


EXTRAS: Los tráilers promocionales que se están emitiendo en TV no hacen justicia a la película y como siempre, es preferible verla en V.O. Earth Wind and Fire, tan de moda últimamente en la radio (no es casual) y una selección de clásicos como Vivaldi ponen la banda sonora a las imágenes. 


ESTRENO: 9 de marzo 

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